Se fue Silva, el Chori Domínguez no termina de adaptarse, se duda de la madurez de Feghouli para asumir el rol vacante. Tranquilidad, no pasa nada: tenemos a Isco. Tengo una extraña y especie de sensación de
déjà vu; siento el futuro pero estoy en el presente veo el presente pero siento el futuro visualizo el futuro pero no estoy seguro de si es presente el presente o el destino el futuro o el pasado o de nuevo el presente la actualidad se confunde con lo que tiene que venir no sé si lo que tiene que llegar ya ha llegado o aún está por llegar pero está claro que llegará en caso de que no haya llegado y esté por llegar y si ya ha llegado entonces estaré recordando el pasado de lo vivido ya que ya habrá llegado y lo habré vivido aunque tengo la sensación de que lo estoy viviendo ahora y no sé si aún está por llegar en cuyo caso esperaré con impaciencia pero si ha llegado la impaciencia se convertirá en satisfacción y si es algo que está ocurriendo ahora mismo mientras escribo ésto el gozo será la sensación por la que me inclino pero como no sé si ha llegado está por llegar llegó o está ocurriendo mientras escribo estas líneas tampoco sé cómo sentirme ni como afrontar la real irrealidad que estoy experimentando que mi mente está experimentado aunque en realidad yo no sea el protagonista el destinatario el objeto de este artículo me siento partícipe y por tanto así debo expresarlo porque lo siento o lo sentiré o lo sentí lo vivo o lo viviré o lo viví lo veo o lo veré o lo vi.
De nombre Francisco, de apellido Alarcón, conocido como Isco, a él va referido, sobre él trata o intenta tratar, este artículo. Y es que aunque (de momento) esté jugando (y saliéndose) con el filial,
se encuentra más que preparado para disputar muchos, muchísimos, minutos con el primer equipo. Por calidad y talento no es, va sobrado en ambos aspectos, más que sobrado; probablemente sea uno de los tres mejores, contando la totalidad de la plantilla del primer equipo, en estos apartados. Franscico Alarcón, Isco, mediapunta, jugón, crack. Futuro, presente próximo.
Futbolista de enorme talento individual y con amplio margen de mejora en el juego colectivo
; es decisivo, elegante y vistoso a partes iguales. Como diría más de uno y más de dos y más de tres, uno de los
elegidos para la práctica del fútbol. Su asociación con el balón es tan natural, tan prolífica, que parece que ya en el vientre materno no parara de dar patadas a una pelota imaginaria. Pobrecita, me imagino lo que tuvo que aguantar su madre: primero la felicidad de las primeros golpecitos, después la consternación de que el feto no parara ni por un instante de infringirle esas pataditas. Pero esa es otra historia, fruto de mi imaginación. Lo que aquí se pretende no es otra cosa que descubrir algunas de las cualidades de esta futura estrella del fútbol español, de un nuevo y brillante fruto de la cantera valencianista. Mediapunta de nacimiento y de vocación, no obstante también se desenvuelve con desparpajo y acierto ejerciendo de interior escorado en cualquiera de las bandas, aunque debo reconocer, que donde más luce, es en la mediapunta, siendo el foco de atención no sólo de los compañeros de su equipo sino también de los rivales. Porque, efectivamente, Isco es un jugador al que necesaria e indiscutiblemente hay que temer. A pesar de no contar con un físico especialmente desarrollado, es un maestro utilizando su cuerpo; sin duda le ayuda a ello su bajo centro de gravedad y su enorme musculatura de piernas, así como su equilibrio, su coordinación y su elasticidad. Perfectamente se podría afirmar que es “paticorto”, pero ojo, no como ofensa ni como agravio, sino como virtud. Esas piernas cortas, incluso algo arqueadas, le confieren de una explosividad, velocidad y potencia inusitada para un futbolista de su físico (no es alto ni excesivamente fuerte), que unido a su depurada técnica, a su habilidad regateadora y a su control y manejo de la pelota le convierte en un jugador con un presumible esplendoroso futuro. Lo que comúnmente se denomina un
valor seguro. Diestro con gran manejo de su pierna izquierda, se siente muy cómodo con el esférico entre los pies, es un gran regateador, su rapidez de piernas y de movimientos, su electricidad, hacen de él un as en este apartado; además cuenta con una sobresaliente visión de juego y capacidad de pase, lo que le convierte en un magnífico asistente, así como le dota de mayor imprevisibilidad.
Inventa algo, genio. Y él lo inventa, así de fácil parece, mucho más complicado es. Rápido y elegante, sabe jugar tanto de cara como de espaldas, se ofrece continuamente a sus compañeros, le gusta bajar a recibir, sabe aguantar perfectamente el balón de espaldas; también recibe de cara, tanto al pie como al espacio, sus movimientos entre líneas son destacados; no se conforma con recibirla sobada, plana, al pie, sino que también se mueve e intenta buscar y atacar los espacios, algo increíblemente valioso en el fútbol actual. Cierto es que en ocasiones parece abusar de la jugada individual, de sus excelentes condiciones y de su arrogante confianza, lo que puede hacerle caer en excesiva retención de la pelota e incluso ocasionar pérdidas peligrosas, aunque es un aspecto en el que parece estar evolucionando a pasos agigantados. Personalmente creo que cada vez lee mejor las situaciones de partido. Y no nos equivoquemos, aún tiene un importante margen de progresión en esta faceta. También debe ganar en regularidad, como todos los
genios, por otra parte. Deslumbrante en su juego y sus capacidades, aunque es elegante, es cierto que su forma de moverse no es la típica de un futbolista de su clase y talento, puede incluso que sea poco ortodoxo, pero eso sí, tremendamente eficiente. Incisivo, pillo, móvil, notable en la arrancada y brusco en el cambio de ritmo, certero en la conducción; transmite frescura y desparpajo, divertimento y lucidez, talento y talento. ¿He mencionado su talento? Pues sí, Isco es un mediapunta además de completo tremendamente talentoso. Asimismo, llega a las proximidades del gol, se muestra peligroso tanto en el último pase como en el disparo (también en la confección de la jugada, las triangulaciones y demás combinaciones); quizá debiera insistir en la definición cara a portería, en su eficacia rematadora, en su nivel de
punch; que tampoco son malos, pero sí pueden mejorarse. También soberbio jugando al primer toque,
agilizando el fútbol, sus aparentemente interminables recursos, esos gestos técnicos que salen de la nada, observar cómo se gusta a sí mismo pero a la vez es fundamental para un equipo, son una delicia ya no sólo para el aficionado; consigue impregnar al espectador neutral e incluso indiferente con el deporte rey una sensación de jovialidad y disfrute. Le gusta tener libertad de movimientos, es
pequeñito pero matón, además no se le caen los anillos por ayudar en defensa, es más, yo diría que tiene buena predisposición a ello y lo intenta con verdadera sinceridad y efusividad (otra cosa son sus aptitudes en estas lindes, obviamente es un jugador que disfruta con el balón, atacando o creando).
Dicho esto, por mi parte, poco más me queda por decir. Internacional en categorías inferiores con la selección española y futuro en la absoluta, nacido en 1992 en Benalmádena, Málaga, perteneciente a las filas del Valencia. Lo vislumbro ejerciendo un rol privilegiado y de responsabilidad en un conjunto che ambicioso, sin temores, que practica un fútbol decoroso y apabullante. Y nuevamente no sé si estoy en el futuro o tal vez el presente o a lo mejor son recuerdos del pasado ¿y si es sólo un sueño? No imposible no puede ser un sueño porque sé del talento y de la calidad de este jugador que parece destinado a liderar el Valencia y emocionar a su afición y hacer crecer la ilusión esa ilusión que transmite cada vez que entra al campo que maravilla con un toque con un pase con un disparo con un movimiento de arrastre con una
delicatessen. No sé si es el futuro, el presente o el pasado, pero el caso es que le pertenecen.
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Informe Membrillera:
primera y
segunda entrega
Foto: www.levante-emv.com (Ignacio Hernández)Etiquetas: Franscisco Alarcón, Isco
